Escríbenos o llámanos

676307564

Correo

info@saborealahistoria.es

Septiembre y octubre, son meses de recolecta de muchos frutos. Frutos silvestres como moras, escaramujos, majuelas o endrinos, son recogidos desde antaño a finales de verano para preparar deliciosas mermeladas, licores, o degustarlas al natural, igual que las uvas, higos o membrillos.

Mora silvestre

Conozcamos algo mas acerca de esta pasta que endulza nuestros desayunos o acompaña a algunos platos salados.

¿Mermelada o confitura?

Para los que nos somos expertos en la cocina, muchas veces hemos tenido la incógnita sobre cuál es la mayor diferencia entre la mermelada y la confitura.

Pues bien, arrojemos un poco de luz sobre este tema, que la verdad, es bastante sencillo una vez que se entienden los métodos de preparación de cada una.

Confitura

La confitura se prepara con la pulpa de las frutas cocida en almíbar y, por lo tanto, contienen mayor cantidad de azúcar que las mermeladas. La textura de la confitura es más gelatinosa por el hecho de contener agua en la mezcla.

En cuanto al contenido mínimo de fruta, deberá ser de 35% y para la extra, del 45%.

Mermelada

La mermelada se elabora a partir de frutas enteras, cortadas en pedazos o triturada que se cuecen con azúcar para conseguir una especie de puré que puede o no contener trozos de fruta, pero su consistencia será más bien líquida o semi líquida.

Es necesario que el contenido de fruta sea al menos del 30% respecto al producto final, mientras que si este porcentaje es superior al 50% ya podrá considerarse mermelada extra.

Ahora bien, sabiendo la composición, indaguemos un poco más sobre las historia que hay tras de ella.

La necesidad de conservar los alimentos ha estado siempre presente en la historia del ser humano. En el caso de las frutas, el método más antiguo consistió en mezclarlas con miel, para ello, añadían a la fruta un peso equivalente de miel y cocinaban posteriormente la mezcla hasta obtener la consistencia deseada.

La mermelada, se piensa, fue creada por el médico de María, Reina de Francia, en 1561, quién mezcló pulpa de naranjas con azúcar molida para aliviar los mareos de la Reina en sus viajes por barco. Hay quien asegura que la palabra mermelada proviene del francés «Marie est malade» o sea, «María está enferma». Aunque la verdad,  hay mucha polémica con la etimología de esta palabra, ya que son varias las teorías sobre el origen de la mermelada.

Las cualidades a destacar de la mermelada es que nos trae un gran aporte de energía, grasas y glucosa, que nos ayudará a sobrellevar momentos del día con mucha actividad.

Aprovechando que estamos hablando sobre la historia y preparación de este alimento, creo que no hay mejor oportunidad para hablar de una de las mermeladas que parecen estar olvidadas y que aun así, las propiedades de dicho elemento han estado muy presente durante la historia por sus propiedades dietéticas y usabilidad.

Hablamos del escaramujo, es el fruto del rosal silvestre, y constituye una de las principales fuentes de vitamina C que brinda la naturaleza, además de ser un eficaz remedio astringente, y ayudar a prevenir infecciones urinarias.

Rosal silvestre. Foto propia

Además, como curiosidad, el escaramujo presenta porcentualmente más vitamina C que por ejemplo, las naranjas, y en la Segunda Guerra Mundial, a los soldados se les encargaba recoger dicho fruto para suplir la necesidad de vitamina C ya que su tamaño en comparación con el de las naranjas en considerablemente más pequeño, lo que hacía más adecuado para el transporte y se suplía la necesidad de vitamina C con más facilidad y rapidez.

Habiendo introducido a este poco recordado fruto, vamos a ver una sencilla receta sobre cómo podemos implementarlo de una manera fácil y deliciosa.

Jalea y mermelada de escaramujo

Ingredientes

-Escaramujos

-Agua

-Azúcar

Preparación

Seleccionar los escaramujos de color rojo más intenso y cortar por la mitad. Desechar las pepitas y todos los pelillos que puedan tener ya que no se digieren y cuando salen por el orificio que tenemos situado al final del intestino grueso producen un picor considerable. Por sus propiedades astringentes también se les conoce como «tapaculos».


Limpiar bien y poner a cocer con agua. A la media hora sacar los frutos y cocerlos en otra olla con un poco menos de su peso en azúcar. El agua rojiza de la cocción cocerla también con azúcar otra media hora más . Esto será la jalea, y los frutos triturados formarán la
mermelada.

Es importante que una vez se envase la mermelada, no se exponga demasiado a la luz, ya que producirá oxidación y perderá ese color rojizo que la caracteriza.

Artículos recomendados

2 comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *