Afrodita, diosa de la belleza, el amor y el océano, nació de la espuma del mar y todo hombre sucumbía ante ella.
Era la diosa de la fertilidad, la pasión y la lujuria, y en sus templos, las sacerdotisas practicaban sexo en honor a ella y se realizaban festivales, las Afrodisias.

De esta diosa nacen los afrodisíacos, compuestos que estimulan la libido sexual a través del gusto, olfato y tacto.
Los egipcios también eran conscientes hace más de 4.000 años, cuando se hace la primera mención a estos estados de amor alterados por sustancias, que suelen ser nutrientes que actúan sobre el sistema nervioso y organismo en general.

De hecho, eran mucho más abiertos sexualmente de lo que nos imaginamos.
A pesar del poder de estos alimentos, deberán ir acompañados de una predisposición donde no pueden faltar las miradas y caricias.
El afrodisíaco más usado en la Antigüedad Clásica, fue el satirión, una orquídea que se da en el Mediterráneo. Ya sabemos que los sátiros siempre corrían detrás de las ninfas.
En ‘Historia natural‘, Plinio el Viejo nos da alguna fórmula de sus filtros de amor:
«Su hocico y patas bebidos en vino blanco son afrodisíacos, especialmente con satirión y semilla de jaramago, mezclando una dracma de cada ingrediente con dos de pimienta; las pastillas así obtenidas, de una dracma cada una, deben de ser bebidas«
¿Qué alimentos nos producen estados excitantes?
Vino

La bebida favorita de los dioses, como Baco, no sólo porque estimula el riego sanguíneo como el resto de alcoholes, sino que además tiene efectos concretos en la sexualidad femenina y masculina (aumento de testosterona en hombres y en las mujeres un aumento de excitación).
“Sine Cerere et Baccho friget Venus”(“sin alimento y sin vino, el amor se enfría”)
Pero ojo! No todo son ventajas, mas de dos copas puede jugar una mala pasada sobre todo al género masculino. Una botella es perfecta para dos.
Chocolate

Dicen que al igual que el vino alarga la vida, y es que con el chocolate se segrega la hormona del enamoramiento, la feniletilamina, presente también en algunos quesos.
Ya sabían de su poder sexual los aztecas, más tarde llevado a Europa, y es que el cacao no pasa desapercibido cuando de excitación se trata, ya que contiene teobromina, que produce el mismo efecto que la cafeína.
Además es uno de los pocos productos que pueden untarse en el cuerpo sin pringar en exceso, para que el otro/a lo explore su sabor.
¡Deja tu imaginación volar!
Anís

Griegos y egipcios ya conocían el potente efecto de esta planta. La tomaban en infusión y es que además de ese sabor tan fresco y agradable, aumenta los estrógenos.
Es más propicio para las mujeres ya que además regula y calma.
Se puede ingerir la semilla o lo encontrarlo en licor y además es ideal para dar un toque a tus postres.
Miel

Ese dulce sabor inconfundible, uno de los alimentos más antiguos utilizados por sus propiedades terapéuticas. Hipócrates lo prescribía como vigorizante sexual, y es que además de ser un antibiótico natural, contiene vitaminas B y C, que ayudan a la producción de hormonas.
Jengibre

Esta muy de moda por su poder antiinflamatorio ya que es otro estimulante del torrente sanguíneo y aumenta la serotonina, pero la verdad es que es algo que en Oriente ya lo usaban hace siglos incluso a modo de caramelo, o con huevos y miel para mejorar la impotencia sexual.
Con un sabor intenso y algo picante, perfecto en infusión con zumo de medio limón y miel.
Ostras y mariscos

Afrodita, afloró de la espuma del mar, y es que casi todo lo que contiene en sus aguas, ayuda a mejorar la vida sexual.
Se usa como afrodisiaco desde la Edad Media
Las ostras siempre han sido famosas por recordar al órgano sexual femenino, pero además tiene dopamina, omega-3, zinc y aspartato, elementos que inducen a una predisposición sexual por aumentar el bienestar y la testosterona.
El zinc, magnesio y calcio de otros maricos, ayudan a la contracción muscular y elevar el impulso sexual.
Estos son algunos de los alimentos usados desde que el mundo es mundo, pero hay muchos otros como frutos rojos, menta (usada como sabana en algunos lechos), almendras, aguacate, espinaca, canela o vainilla.

¿Una recomendación? Sorprende a tu pareja con un batido de chocolate, al que puedes añadirle cualquiera de los elementos arriba citados, menta, canela, o hasta un toque de jengibre.

¿Te atreves a probar los pecados de los dioses?